Tu hiciste mi vida superflua
en el espacio de tu rostro,
de nada valieron mis lágrimas
queriendo ser parte de tu vida.
Me formaste hombre en tus pasiones,
borrando mi forma y mi felicidad
me convertí en descarte segundo de tu pasado.
Supli mis glorias tan solo con tu sombra
y mis brazos quedaron abrazando el frío
que de tus supiros caían en mi como migajas
y así me alimenté sin mostrar verguenza.
Pero hoy no voy a darte el perdón que pides
y lucharé en mi contra para no sentir
el dolor que cargo por borrarte de mis sentimientos.
Quisiera decir que aún te amo
pero muriendo no se puede expresar
palabras de amor al verdugo asesino
de este buen corazón.
hoy simplemente
voy a hacerte desaparecer de mi vida
aunque muera de amor.
Juan Ricardo Sagardía
SANTOAMOR
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