si en cada mirada que me regalabas,
abrias senderos nuevos en mi corazón
que daban esa luz que entremarcaba mi espíritu.
Quisiera estar donde tu estás
oir el ruido del mar junto a tu oído
que se vuelva melodia el canto del petirojo
que una vez te regalé como pacto de nuestros besos.
Aunque no estás a mi lado
sigue la magia cautivadora
de aquellos sarcillos que pendian de ti
como esencia que envuelve el viento en sus brazos.
¿Como olvidarte amor si aun hoy te sigo extrañando?
te llevo en mi alma y en mi mente.