A ALEJANDRA PIZARNIK
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Llegas con la noche,
desesperada...
.
Tus ojos llenos de cristales
que bordean el mar,
no me llames.
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Alejandra sonríe
deja el luto para otros,
que para llorar fronteras
el tiempo,
tiene mucho espacio.
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Te has vuelto silencio
a causa de amor...
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Pero tu palabra aún resuena.
3 comentarios:
Juan, paseo por tu blog. Me quedo aquí en este poema con tanta fuerza y admiro tu propia fuerza en seguir siempre adelante.
Besos
Elisabet
Bello tu poema tremendamente humano Por supuesto te sigo
Poema fuerte y mereciedo a la gran poeta.
mis felicitaciones, y mi abrazo sigo leyendo tus escritos y cada día me sorprendo más.
Saludos y abrazo santoamor.
Javier contreras
Venezuela
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